Queque Red Velvet

Precalentar el horno a 375°F/190°C.

Colocar aceite en spray (o mantequilla/margarina) en los moldes por todos sus lados, y forrar con papel encerado (ver video). Se requieren dos moldes redondos, del mismo tamaño (yo utilicé de 20 cm de diámetro); sin embargo, si tienen sólo uno, podemos hacer el queque alto y luego partirlo a la mitad (horizontalmente) o bien, hornear dos veces.

Cernir la harina, bicarbonato, chocolate en polvo y la sal, y mezclar en un recipiente hasta unificar.

Colocar la leche en un recipiente y agregar el vinagre (puede ser también la misma cantidad de jugo de limón), mezclar y dejar reposando por 5 minutos. La leche cortará y a eso se le llama buttermilk (la forma casera de hacerlo).

En una batidora, colocamos la mantequilla a temperatura ambiente, y batimos por unos minutos hasta que creme y tome un color blancuzco (2-3 minutos).

Agregar el azúcar y batir hasta unificar.

Colocar el aceite, siempre mezclando, y una vez integrado, agregar los huevos, uno por uno, lo mismo con las yemas, hasta unificar. Es importante limpiar las paredes del tazón, para que no queden ingredientes sin mezclar.

Retirar el tazón de la batidora pues el resto de los ingredientes los vamos a colocar manualmente para evitar que se derramen los líquidos con la fuerza del batido.

Colocar 1 cucharada de vainilla en el buttermilk y mezclar bien.

Nos toca unificar todos los ingredientes, y lo vamos a hacer de la siguiente manera: en el tazón de la batidora donde tenemos la mantequilla con el resto de ingredientes mezclados, vamos a colocar 1/3 parte de la harina y se revuelve hasta integrar; luego, la mitad del buttermilk y se mezcla hasta integrar, 1/3 parte de la harina, revolver, lo que queda del buttermilk, revolver y lo que queda de la harina y se revuelve.

Agregar las 2 cucharaditas del gel comestible rojo y mezclar muy bien hasta lograr un color unificado, que toda la mezcla esté teñida.

Verter la mezcla en los moldes y llevar al horno hasta que, a la hora de colocar la punta de un cuchillo, o un palito de dientes, la misma salga limpia. El tiempo depende de cada horno; en mi caso, me tomó 57 minutos pues los hornee juntos; si hornean de 1 en 1, pueden ser 35 minutos por molde.

Retirar del horno, dejar enfriar unos 10 minutos y luego remover de los moldes, retirando el papel encerado.

Es importante que los queques estén a temperatura ambiente, o mejor aún, algo fríos, a la hora de colocar el frosting, que es nuestro siguiente paso. Si no los dejan enfriar lo suficiente, se les va a derretir el frosting cuando lo coloquen.

Para preparar el frosting:

Colocar la mantequilla en la batidora y mezclar hasta que esté cremosa y blancuzca (2-3 minutos)

Agregar el queso crema y batir hasta que estén ambos ingredientes bien integrados.

Colocar la mitad del azúcar en polvo y mezclar por 1 minuto; limpiar las paredes del tazón para integrar lo que quedó sin batir, y agregar el resto del azúcar junto con la cucharadita de vainilla y volver a batir.

Retirar del tazón, colocar en un recipiente y tapar con papel plástico, y llevar a la refrigeradora, por al menos, 1 hora.

Una vez pasado ese tiempo, retirar de la refri, colocar una capa en una de las tapas del queque, y colocar la otra encima. Con el resto del frosting, decorar a su gusto y colocar algunas chispitas.